30 sept. 2013

Bello...


A PETiT PiERRE le gustaba decir que nació "sin terminar". Medio ciego, casi sordo y mudo, no aprendió jamás a leer ni a escribir. A la edad de siete años lo retiran de la escuela para confiarle el “oficio de los inocentes”: pastor. 
En los campos, Petit Pierre observa la naturaleza, los animales, los hombres que trabajan. La invasión de las máquinas en la vida del hombre le deja perplejo y pasa sus días analizando el movimiento de los aparatos con los que se topa. Solitario y fascinado por la velocidad a la que cambia el mundo, pasa casi cuarenta años creando este carrusel, un juego giratorio, una máquina poética de belleza singular, de tal complejidad mecánica que ni los ingenieros logran explicarla y que aún hoy sigue girando con ensordecedor chirrido de hierros.


16 sept. 2013

Silo, 3 años ya...

Si tú profundizas en ti y yo profundizo en mí, ahí nos encontramos.

Gracias Silo, gracias querido Maestro.

12 sept. 2013

Ni perdón, ni olvido: RECONCILIACIÓN




Jornadas de Experiencias.

Queridas amigas, queridos amigos, peregrinos y visitantes del Parque Punta de Vacas. Quisiera tocar el núcleo principal de estas jornadas que está dado por la Reconciliación como experiencia espiritual profunda. Pero sé que sabrán perdonarme si hago un rodeo postergando el tema por unos minutos, a fin de ambientar esta situación un tanto extraordinaria que estamos viviendo.

Solamente cuatro veces en casi cuarenta años, nos hemos comunicado publicamente desde aquí, desde este desolado paraje montañoso. La primera vez lo hicimos en 1969. Y hoy vemos unas estelas grabadas en distintos idiomas, que recuerdan lo dicho en aquella oportunidad. Allí está la síntesis de un sistema de pensamiento y acción que se fue expresando de distintas maneras, en distintos tiempos y en distintos lugares del mundo. En aquella época se habló de las diferencias que existían entre el dolor físico y el sufrimiento mental. Y se consideró a la Justicia y a la Ciencia, volcadas totalmente hacia el progreso de las sociedades, como únicos caminos para mitigar y hacer reroceder el dolor de nuestros cuerpos. Pero ocurría con el sufrimiento mental, distinto al dolor físico, que no se lo podía hacer desaparecer por el solo concurso de la Justicia y de la Ciencia. El contínuo empeño aplicado en hacer avanzar la Ciencia y la Justicia en las sociedades humanas dignificaba a las mejores causas. Igualmente, al tratar de vencer el sufrimiento mental, se hacía un esfuerzo tan importante como el aplicado en vencer el dolor. Desde entonces predicamos que los esfuerzos para superar el dolor y el sufrimiento son los más dignos esfuerzos de la empresa humana.

Con cientos de miles de amigos entrañables, nos dimos a la tarea de humanizar la Tierra. ¿Qué ha sido para nosotros "Humanizar la Tierra"? Ha sido poner como máximo valor la libertad humana y como máxima práctica social la no discriminación y la no violencia. Al tratar de humanizar la Tierra no nos excluíamos de las obligaciones que reclamábamos a otros. De hecho, nos imponíamos como norma de conducta la exigencia de tratar a los demás como queríamos ser tratados. Ahora hemos propuesto hacer un alto en el camino de la humanización para refllexionar sobre el sentido de nuestra existencia y de nuestras acciones. Hemos peregrinado a este paraje desolado buscando la Fuerza que alimente nuestra vida, buscando la Alegría del hacer y buscando la Paz mental necesaria para progresar en este mundo alterado y violento. En estas Jornadas estamos revisando nuestras vidas, nuestras esperanzas y también nuestros fracasos con el fin de limpiar la mente de toda falsedad y contradicción.   Tener la oportunidad de revisar aspiraciones y frustraciones es una práctica que aunque fuera por una sola vez en la vida, debería efectuar todo aquel que busca avanzar en su desarrollo personal y en su accion en el mundo. Estos son días de inspiración y reflexión. Estos son días de Reconciliación. Reconciliación sincera con nosotros mismos y con aquellos que nos han herido. En esas relaciones dolorosas que hemos padecido no estamos tratando de perdonar ni ser perdonados. Perdonar exige que uno de los términos se ponga en una altura moral superior y que el otro término se humille ante quien perdona. Y es claro que el perdón es un paso más avanzado que el de la venganza, pero no lo es tanto como el de la reconciliación.

Tampoco estamos tratando de olvidar los agravios que hayan ocurrido. No es el caso de intentar la falsificación de la memoria. Es el caso de tratar de comprender lo que ocurrió para entrar en el paso superior de reconciliar. Nada bueno se logra personal o socialmente con el olvido o el perdon. ¡Ni olvido ni perdon! porque la mente debe quedar fresca y atenta sin disimulos ni falsificaciones. Estamos considerando ahora el punto más importante de la Reconciliación que no admite adulteraciones. Si es que buscamos la reconciliación sincera con nosotros mismos y con aquellos que nos han herido intensamente es porque queremos una transformación profunda de nuestra vida. Una transformación que nos saque del resentiminto en el que, en definitiva, nadie se reconcilia con nadie y ni siquiera consigo mismo. Cuando llegamos a comprender que en nuestro interior no habita un enemigo sino un ser lleno de esperanzas y fracasos, un ser en el que vemos en corta sucesión de imágenes, momentos hermosos de plenitud y momentos de frustración y resentimiento. Cuando llegamos a comprender que nuestro enemigo es un ser que también vivió con esperanzas y fracasos, un ser en el que hubo hermosos momentos de plenitud y momentos de frustración y resentimiento, estaremos poniendo una mirada humanizadora sobre la piel de la monstruosidad.

Este camino hacia la reconciliación no surge espontaneamente, del mismo modo que no surge espontaneamente el camino hacia la no violencia. Porque ambos requieren de una gran comprensión y de la formación de una repugnancia física por la violencia.

No seremos nosotros quienes juzgaremos los errores, propios o ajenos,  para eso estará la retribución humana y la justicia humana y será la altura de los tiempos la que ejercerá su dominio, porque yo no quiero juzgarme ni juzgar... quiero comprender en profundidad para limpiar mi mente de todo resentimiento.

Reconciliar no es olvidar ni perdonar, es reconocer todo lo ocurrido y es proponerse salir del círculo del resentimiento. Es pasear la mirada reconociendo los errores en uno y en los otros. Reconciliar en uno mismo es proponerse no pasar por el mismo camino dos veces, sino disponerse a reparar doblemente los daños producidos. Pero está claro que a quienes nos hayan ofendido no podemos pedirles que reparen doblemente los daños que nos ocasionaron. Sin embargo, es una buena tarea hacerles ver la cadena de perjuicios que van arrastrando en sus vidas. Al hacer esto nos reconciliamos con quien hayamos sentido antes como un enemigo, aunque esto no logre que el otro se reconcilie con nosotros, pero eso ya es parte del destino de sus acciones sobre las que nosotros no podemos decidir.

Estamos diciendo que la reconciliación no es recíproca entre las personas y también que la reconciliación con uno mismo no trae como consecuencia que otros salgan de su círculo vicioso aunque se pueden reconocer los beneficios sociales de semejante postura individual.

El tema de la reconciliación ha sido central en nuestras jornadas pero seguramente otros muchos avances habremos logrado al peregrinar fisicamente en un paisaje desconocido que  habrá despertado paisajes profundos. Y esto siempre será posible si el Propósito que nos mueve a peregrinar es una disposición hacia la renovación, o mejor aún, una disposición hacia la transformación de la propia vida.

En estos días hemos pasado revista a las situaciones que consideramos más importantes en nuestra vida. Si hemos localizado tales momentos y hemos paseado por ellos la reconciliación limpiando los resentimientos que nos atan al pasado, habremos hecho una buena peregrinación hasta la fuente de la renovación y la transformación.

No olvidemos las pequeñas frases que han surgido en nuestro interior, no olvidemos las ocurrencias que nos han llegado subitamente, no dejemos de anotar algunas verdades que hemos logrado barruntar por que las hemos visto danzar brevemente en nuestro caminar o porque las hemos visto en nuestros sueños reparadores después de nuestro peregrinaje. Estas frases, estas ocurrencias y estas verdades danzarinas son inspiraciones que estamos prestos para agradecer y son inspiraciones que nos invitan a ir más allá en nuestras experiencias no solamente de reconciliación sino de superación de las contradicciones, de las debilidades y de los temores.

Hago votos para que las búsquedas y los encuentros nos inflamen y nos motiven muy profundamente.

Para teminar debo decir que reconozco y quiero compartir con todos esta situación que es similar a la que hemos descrito en una de nuestras Experiencia Guiadas...” Regreso al mundo con la frente y las manos luminosas. Así pues, acepto mi destino. Allí están el camino y yo, humilde peregrino que regresa a su gente. Yo que vuelvo luminoso a las horas del día rutinario, al dolor del hombre, a su simple alegría. Yo que doy de mis manos lo que puedo, que recibo la ofensa y el saludo fraterno, canto al corazón que del abismo obscuro renace a la luz del ansiado Sentido”.



Silo Punta de Vacas 2007.

2 sept. 2013

El ‘MasterChef’ de la prehistoria


Un grupo de 'Homo erectus' junto al fuego / R. Leakey / R. Lewin
Fuente: Materia | Daniel Mediavilla | 24 de agosto de 2013
Hace unos 6.000 años, en algunos lugares que ahora pertenecen al norte de Alemania y a Dinamarca, los chefs de varios grupos de nómadas que se estaban pensando el paso a la agricultura, la ganadería y el sedentarismo prepararon unos festines que no sólo pretendían alimentar a los miembros de la tribu. A las ostras o el bacalao que cocinaron en sus ollas le añadieronAlliaria petiolata (derecha) una hierba que proporciona a los platos un sabor y un aroma parecido al ajo. Esta es hasta ahora la prueba más antigua del uso de especias en la cocina europea y una muestra de que los cocineros del neolítico no eran ajenos a una cierta sofisticación.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores, que han publicado esta semana sus resultados enPLoS ONE, hurgaron en el interior de los recipientes de aquellos chefs prehistóricos y allí encontraron un resto de las hierbas que resiste bien el paso del tiempo. Se trata de los fitolitos, unos fragmentos microscópicos de mineral que se forman entre las células de la planta y que permanecen cuando el vegetal ya se ha descompuesto. Aunque con pequeñas variaciones, cada planta tiene unos fitolitos con una forma, un tamaño y una textura características y permite identificar su presencia pese al paso de los siglos.
Foto: Vasijas prehistóricas y fitolitos de plantas en residuos de alimentos fotografiados mediante microscopio electrónico de barrido. / PLOSONE

Los autores del estudio resaltan el interés de que este tipo de aditivos no hacían que la comida fuese más nutritiva. Aquellos humanos, que aún no se habían entregado a la civilización que llegó con la domesticación de las plantas y los animales, ya buscaban con la comida un placer que iba más allá de la alimentación.
Esta etapa del avance culinario humano desvelada esta semana es un paso más en el desarrollo de una actividad que ha sido esencial en nuestra evolución. No está claro cómo surgió la idea de echar la comida sobre el fuego antes de devorarla, pero algunos expertos consideran que ese particular hábito es el que nos separó del resto de los animales.

El primer cocinero

Los  primeros restos que indican con cierta solidez que los ancestros de los humanos modernos utilizaban el fuego no tienen más de medio millón de años de antigüedad. Sin embargo, existen algunas teorías que sugieren que la aparición de Homo erectus, la especie que protagonizó el primer gran movimiento colonizador de los homínidos africanos y a la que se asocia ese control del fuego de hace 500.000 años, fue posible porque empezaron a cocinar sus alimentos.
Cuando se cocinan los alimentos se obtienen más calorías de la misma comida que si se consumiese cruda y además se emplea menos energía masticando un filete cocinado que uno crudo. Según una hipótesis defendida por el investigador de la Universidad de Harvard, Richard Wrangham (izquierda), una vez que se empezó a cocinar la comida ya no eran necesarios dientes tan grandes como los de homínidos más antiguos que necesitaban esas herramientas para poder triturar la carne y los vegetales crudos. Además, los Homo erectus tendrían un intestino de menor tamaño, dada la mayor facilidad para digerir los alimentos pasados por el fuego.
Esta liberación de recursos dedicados a la digestión, uno de los sistemas que más energía gastan en el organismo, permitió que se dedicasen al crecimiento del cerebro, otro órgano con un elevado consumo energético. Un ejemplo mencionado por Wrangham para ilustrar la importancia de la cocina en el desarrollo humano es el caso de las personas que comen solo alimentos crudos. Entre ellas, hay muchas mujeres que dejan de menstruar y, por lo tanto, de reproducirse.
La hipótesis de Wrangham choca, no obstante, con lo que hasta ahora se ha encontrado en los yacimientos arqueológicos. Aunque hay muchos expertos que defienden que los Homo erectus que vivieron en África hace 1,6 millones de años dominaban el fuego, las pruebas parecen indicar que, cuando salieron en busca de nuevos mundos, lo dejaron atrás, y no hay una explicación clara de por qué aquellos homínidos se dejarían en su hogar africano una herramienta cotidiana tan útil como el fuego.
Otro grupo humano que sí dominó el fuego y que con total seguridad lo utilizó para cocinar son los neandertales. Estudios como uno publicado hace tres años en la revista PNAS muestran que aquella especie ya empleaba el fuego de forma regular hace unos 400.000 años. Durante mucho tiempo, se planteó que uno de los motivos por los que los hombres de Neanderthal se extinguieron tras la llegada de los Homo sapiens era la poca variedad de su dieta y su incapacidad para cocinar. Esta falta de flexibilidad habría sido letal, según esa hipótesis, en un mundo de clima cambiante donde los recursos escaseaban cada vez más.
Mapa de Europa que muestra en un recuadro el área de estudio y los lugares en los que se han recuperados residuos en vasijas. Se incluye también el Cercano Oriente y el norte de África indicando los contextos tempranos en que se han recuperado especias: a) Menneville, Francia (Papaver somniferum L.), b) Eberdingen, Alemania (Papaver somniferum L.), c) Seeberg, Suiza (Papaver somniferum L.), d) Niederwil, Suiza (Papaver somniferum L.), e) Swiss Villages Lake, Suiza (Anethum graveolens L.), f) Cueva de los Murcielags, España (Papaver somniferum L.), g) Hacilar, Turquía (Capparis spinosa L.), h) Tell Abu Hureya, Siria (Caparis spinosa L.), i) Tell ed -Der, Siria (Coriandrum sativum L. y Cuminum cyminum L.), j) Khafaji, Iraq (familia de las crucíferas), k) Tell Aswad, Siria (Capparis spinosa L.), l) Nahal Hemar Cueva, Israel (Coriandrum sativum L .), m), Tumba de Tutankamón, Egipto (Coriandrum sativum L.), n) Tumba de Kha, Egipto (Cuminum cyminum L.), o) Tumba de Amenofis II, Egipto (Anethum graveolens L.), p) Hala Sultan Tekke, Chipre (Capparis spinosa L.), q) Heilbronn, Alemania (Papaver somniferum L.), r) Zeslawice, Polonia (Papaver somniferum L.)

Ollas de piel y piedras

Como ha sucedido con muchos otros defectos atribuidos a aquellos hombres de las cavernas, esta hipótesis ha sido desacreditada por la investigación. Otro trabajo publicado en PNAS, que analizó el sarro en los dientes de tres neandertales que murieron hace más de 35.000 años en Europa y Oriente Próximo mostró que, además de la carne de las grandes presas que capturaban, comían verduras y legumbres y sabían cocinarlos. Uno de los neandertales, encontrado en Shanidar, en el norte de Irak, había ingerido variedades salvajes de cebada, dátiles y legumbres. Los europeos, por su parte, habían diversificado su dieta carnívora con los tubérculos de una especie de flor acuática y unas semillas similares al sorgo.
Aunque los restos fósiles confirman que cocinaban su comida, aún no se sabe cómo lo hacían. Algunas hipótesis plantean que su técnica podría consistir en calentar piedras y después ponerlas en agua dentro de algún recipiente hecho con pieles de animales. Esta especulación se basa en la observación de algunos pueblos nómadas, tanto antiguos como modernos.
Hace casi 2.500 años, el historiador Herodoto describía un método de cocina similar al que podían utilizar los neandertales. Contaba el padre de la historia que los Escitas, cuando no tenían otro recipiente, utilizaban los estómagos de los propios animales que se iban a comer como olla. Echaban allí la carne y después llenaban el improvisado recipiente de agua. A diferencia del método de introducir piedras al rojo vivo para calentar la comida, aquellos pastores nómadas, que vivían en llanuras donde escaseaba la madera, empleaban los propios huesos del animal como combustible.
El sistema de las piedras sí fue empleado con profusión, por ejemplo, por los habitantes prehistóricos de Irlanda, que en lugar de utilizar las pieles como recipientes, cavaban agujeros en zonas arcillosas que utilizaban como ollas. Allí, con el mencionado sistema de las piedras incandescentes, que se iban sustituyendo para mantener la temperatura, se introducían trozos de carne previamente cubiertos por vegetales. Después, según algunos prehistoriadores, se mojaba pan en el caldo que quedaba una vez cocida la carne.
El proceso de cocinar lo que se va a comer parece íntimamente asociado a la aparición de la humanidad y la complejidad de las prácticas culinarias ha crecido con la de las propias sociedades. Desde los primeros parientes humanos que hace cientos de miles de años empezaron a echar animales sobre las brasas, pasando por los que comenzaron a emplear especias para alegrar la cena de los miembros del clan, hasta los alardes de creatividad de homínidos como Jordi Cruz o Ferrán Adriá, la cocina es un espacio de gran interés para aprender más sobre la evolución de nuestra particular especie.

Fuente: Terrae Antiqvae

20 août 2013

La música de las esferas

Symphonies of the Planets 2 - NASA Voyager Recordings





Symphonies of the Planets 3 - NASA Voyager Recordings





Van Allen sondas espaciales audio de Voyager PWS





Jupiter sounds NASA-Voyager recording




18 juin 2013

Los mitos ya estaban en las cavernas

Muy interesante artículo, que muestra cómo los mitos y la espiritualidad ya estaban presentes en la época de las cavernas.

Tenessee es el hogar del arte parietal más antiguo de EE.UU.

Fuente: Discovery News | Jennifer Viegas| 10 de junio de 2013  (Traducción de G.C.C. para Terrae Antiqvae)
La colección más antigua y extensa de arte rupestre y de cuevas prehistóricas en los Estados Unidos ha sido encontrada en los alrededores de Tennessee, según un artículo de la revista Antiquity. Dicha colección ofrece pistas intrigantes acerca de cómo era la vida de las sociedades nativas americanas hace más de 6.000 años. Esa es la datación del arte rupestre recién descubierto, uno de cuyos ejemplos encabeza el post, y que muestra lo que parece ser una actividad de caza. Otras imágenes son de naturaleza espiritual/mitológica más directa.
El autor principal del artículo, Jan F. Simek (arriba) presidente emérito y profesor distinguido de Ciencias en el Departamento de Antropología de la Universidad de Tennessee, dijo a Discovery News:"Los hallazgos nos dicen que los pueblos prehistóricos de la meseta de Cumberland utilizaron este característico entorno de tierras altas para una variedad de propósitos y que la religión fue parte de ese amplio sentido del lugar".
Grandes pictogramas policromados representan a seres humanos, serpientes y círculos. Tales imágenes, procedentes del mismo entorno, en general, pero extendiéndose hasta Alabama, probablemente ilustran un mito propagado a través de generaciones, vía boca a boca, y a pesar de su permanencia preservan su significado, perdido ya en la historia.
Simek explica, "Las imágenes con humanos se muestran a menudo en actitud activa, sugiriendo una acción heroica o ceremonial, de estar volando o transformándose en formas animales o llegando a través de la superficie de las rocas".
Simek dijo que una de las imágenes, "un pictograma de carbón negro, en una cueva en el este de Tennessee, mostraba una transformación animal, con la cabeza, el cuerpo y la cola, de un perro o un gato, y las garras curvas de un pájaro. La transformación está representada en arte parietal tanto al aire libre como en cuevas oscuras".
Él y sus colegas sospechan que el arte rupestre al aire libre y el arte rupestre en cuevas estaban conectados como parte de "una alteración organizada del paisaje. Los creadores de las imágenes 'mapeaban' su universo conceptual en el mundo natural en el que vivían". Esto sucedía en tres dimensiones: con la parte superior (lo celestial), media (plantas y animales) e inferior (la oscuridad, la muerte y el peligro), tres mundos cuyos contenidos coinciden con el lugar donde fueron colocados en la región.
Simek describe otra imagen, la de "un pájaro que fue grabado en los bancos de barro húmedo del interior de la cueva de Mud Glyph, en Tennessee. El barro, que era asociado con el origen del mundo por muchos pueblos nativos del sudeste americano, se utilizaba a menudo como medio de expresión por los artistas en las cuevas prehistóricas. Este ejemplo sigue siendo plástico y por lo tanto extremadamente frágil".
El análisis de las rocas y del arte rupestre emplea a menudo herramientas no destructivas, de alta tecnología, como el escáner-láser de alta resolución operado por el grupo RLS de Chattanooga, en Tennessee. El artilugio registra con precisión las manifestaciones artísticas prehistóricas para su conservación y análisis.
Según Simek, "Muchas de las imágenes, como este pictograma de carbón negro de círculos rayados de la cueva de Dunbar, en Tennessee, puede también ser visto en objetos religiosos portátiles hallados en montículos-templos y en otros contextos religiosos prehistóricos".
Los escorpiones, con sus dolorosas picaduras, parecen haber sido parte de la visión del nativo americano del "mundo inferior". En este extenso lugar, las imágenes de escorpiones fueron encontradas en cuevas profundas y no en la parte superior, en la "zona celestial". En este caso, un artista o artistas, produjeron las imágenes mediante pinturas con cenizas húmedas en las paredes de la cueva.
"Estos pequeños pavos grabados fueron extremadamente difíciles de fotografiar, ya que sólo tienen unos pocos centímetros de largo y están compuestos con líneas muy poco profundas, hechas con una herramienta de punta fina", dijo a Discovery News Alan Cressler, fotógrafo del proyecto.
"Uno de los ejemplos mejor conocidos del arte rupestre del sudeste son estos grabados de armas y de transformaciones humanas en aves, los cuales forman una composición compleja en la zona oscura de de la cueva de Devilstep Hollow, en Tennessee", dijo Simek.
La co-autora del trabajo de investigación, Sarah Sherwood, de la Universidad del Sur, agregó:
 "Los lugares de arte rupestre son sólo un tipo de los enclaves de actividad especializada que vemos en la zona; sabemos que las personas llegaron a la meseta para encontrar alimentos específicos, incluyendo animales y las plantas (de hecho, algunas plantas nativas fueron domesticadas en la zona hace más de 3.000 años), y para obtener recursos no alimentarios; el arte rupestre era una parte integral de cómo las personas concebían y utilizaban sus entornos paisajísticos".

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